sábado, 7 de diciembre de 2013

El Libro de los Poemas Casuales (2008) - Presentación en Córdoba - Una noche con grandes amigos


Las Palabras me Mienten (El Libro de los Poemas Casuales - 2008)


Las Palabras me Mienten  (En español y portugués)


Cómo entrar a la noche sin tu nombre,
si las palabras hacen íntimo al mundo y lo estremecen,
si por las calles florecen los nocturnos milagros de las sombras,
si veo Damas tan blancas, poseídas de noche
y ese humo en que siembran los cercos de las fincas,
que hoy sé que ya no existen.
Sin tu nombre no hay puertas para estos sitios ciegos.
Trascienden las serenas angustias que me abrazan
cuando desesperado te celebro en el vino.
Sin tu nombre no hay puentes de los trapos
y esos bailes del humo en las brisas del cerro,
y el canto de las lágrimas ahogadas de sonidos.
Sin vos, pequeña huella,
las palabras me mienten con piedad y descaro,
en nombre de un silencio que imita a tu sonrisa.


As Palavras Mentem–me

Como entrar à noite sem teu nome,
se as palavras fazem íntimo o mundo e o estremecem,
se pelas ruas florescem os noturnos milagres das sombras,
se vejo Damas tão brancas, possuídas de noite
e dessa bruma em que semeiam as cercas das herdades
que hoje sei que já não existem.
Sem teu nome não há portas para estes sítios cegos.
Transcendem as serenas angústias que me abraçam
quando desesperado te celebro no vinho.
Sem teu nome não há pontes dos trapos
nem esses bailes do vapor nas brisas do cerro
nem o canto das lágrimas afogadas de sons.
Sem ti, pequena pegada,
as palavras mentem–me com piedade e descaro,

em nome de um silêncio que imita o teu sorriso.

Traducción de Anderson Braga Horta

Andenes de Partida (El Libro de los Poemas Casuales - 2008)


Andenes de Partida  (En español y portugués)

Suelo ir por el sur hacia el amparo,
donde las soledades llegan al pensamiento y lo desbordan,
anochecidas fuentes de flores silenciadas
o pájaros perdidos por grandes eucaliptos.
Todo de niebla, ungido y constelado,
un tren de lejanías regresa desde el mito a la memoria.
Nuestra conciencia sabe del despojo,
y es inocente amor,
el sin querer que evoca su belleza.



Plataformas de Embarque

Costumo ir pelo sul até o amparo
onde as solidões chegam ao pensamento e o desbordam,
anoitecidas fontes de flores silenciadas
ou pássaros perdidos por grandes eucaliptos.
Tudo de névoa, ungido e constelado,
um trem de lonjuras regressa do mito à memória.
Nossa consciência sabe do despojo,
e é inocente amor,
o sem querer que evoca sua beleza.


Traducción de Anderson Braga Horta



Certezas - (El Libro de los Poemas Casuales - 2008)


Certezas  (En español y portugués)

Siempre que hay señales
vamos de la certeza hasta la incertidumbre,
para acallar proféticos desastres
y sentirnos mejor con este mundo,
que el pensamiento sabe de traidores.
El exilio es un crimen sin fronteras
en donde el hombre enfrenta otro silencio.



Certezas

Sempre que há sinais
vamos da convicção para a incerteza,
para aplacar proféticos desastres
e sentir–nos melhor com este mundo,
que o pensamento sabe de traidores.
O exílio é um delito sem fronteiras
em que o homem enfrenta outro silêncio.

Traducción de Andreson Braga Horta

Será - (EL Libro de los Poemas Casuales - 2008)


Será   (En español y portugués)

Cerramos nuestros días en destierro
para poder llorar el paraíso.
Vamos a unir las lágrimas del mundo.
¡Que ahora canten los sobrevivientes!


Será

Fechamos nossos dias em desterro
para poder chorar o paraíso.
Vamos unir as lágrimas do mundo.
Que agora cantem os sobreviventes.


 Traducción de Anderson Braga Horta

Poema Casual - (El Libro de los Poemas Casuales - 2008)


Poema Casual  (En español y portugués)

Las flores de mi casa, mi madre, rosa fuego,
entregan sus esencias como tragos de vida.
De tiempos innombrables ella reza conjuros

mientras río descalzo por los patios de tierra.


Poema Casual

As flores lá de casa, minha mãe, rosa fogo,
entregam sua essência como goles de vida.
Desde tempos remotos ela reza esconjuros,
e eu me rio descalço pelos quintais de terra.

Traducción de Anderson Braga Horta


Epitafio a un Artista - (El Libro de los Poemas Casuales - 2008)

Epitafio a un Artista  (En español y portugués)

Si se enfiestaran claras en su espuma
las locas lunas, plumas, cuerpos, astros,
un vino suave, con pocas palabras,
desconocido el día y sin desgracias,
histriónico y letal, sediento hermano:
Aquí descansa Dios, acompañado”.


Epitáfio para um Artista  

Se se insurgiram claras em sua espuma
as loucas luas, plumas, corpos, astros,
um vinho suave, com poucas palavras,
desconhecido o dia e sem desgraças,
histriônico e letal, sedento irmão:
“Aqui descansa Deus, acompanhado”.


Traducción de Anderson Braga Horta


sábado, 30 de noviembre de 2013

Agua de tu río -
Fotografía de Alejandro Acosta

Coral - (El Signo del Crepúsculo - 2006)

Coral 

Cantando
se vuelve al corazón
de este mundo fatal y apasionante.
Nuestro destino y nuestro primer paso,
han sido el origen y el círculo,
el manantial del agua que nos limpia las huellas,
y el generoso árbol donde descansaremos el camino.
El extremo del tiempo va fecundando pasos
por donde cantan coros de inapelables ángeles.
Le duele al corazón tanta belleza,
casi un lapacho en flor es mi desgracia.

Siempre es bueno pasear las soledades
por murmullos de amor y lejanías.


La Rosa - (El signo del Crepúsculo - 2006)

La Rosa


Esta ciudad me alumbra y ensombrece.
Me pierdo en sus pasiones callejeras
como si me perdiese en Dios,
como si fuese el mar entrando al mundo,                                        
o acaso, sólo el viento
arrastrándolo al tiempo, descuidado.
Esta ciudad, veredas en pedazos
florece por sus cielos abismales,
entre voces secretas y armonías,
y colores obscenos traídos a la sombra.
Esta ciudad me piensa 
y entre sus brazos sueño
que estoy yendo hacia ella alucinado,
como si fuese amor hacia tu vientre.



Invitaciones - (El Signo del Crepúsculo - 2006)

Invitaciones


Estoy tomando un té solo y callado.
Hay límites de miedo y de silencio,
jirones y recuerdos.
Del mundo hay que partir y también duele.

Cuatro abismos de ausencia 
me asombran y detienen.
Mis muertos, 
siempre fuertes y entusiastas, cantan.

Cantan por los sonidos de la noche.
Ya no importa qué mire,
el paisaje no está, se ha ido en tiempo.


El Árbol - (El Signo del Crepúsculo - 2006)

El Árbol


Cuando uno se dirige a la frontera,
el viaje es una parte del exilio.
Los ojos adheridos al hueco de los ojos,
el polvo en los zapatos y por los labios polvo,
y este viejo papel de alguien que he perdido.
No pensar las heridas, no risa nuestra,
no puñal ajeno. Este ser sin lugar, sin pies,
sin suelo. Sentir y hasta querer este destierro.
El hombre se acostumbra a la tristeza.
Un árbol infinito con ramas de tinieblas
ensombrece la ausencia, la apacienta.
¿Dónde voy a llorar, entre qué brazos?
Siempre es llorar por uno,
este viajar en sombras por la niebla.



Puentes del Universo - (El Signo del Crepúsculo - 2006)

Puentes del Universo


Esa estrella que enciende el infinito
es parte de mi abismo. En estos días de vértigo
camino por las calles más distantes,
hasta llegar a los puentes del mundo.
Me siento en barandales que miran lo imposible
y a lágrima y silencio, voy limpiando las penas
por ríos estelares. Una copa de vino
se refresca en la niebla, evoco una canción
y unos amigos. Evoco pueblos trágicos, serenos,
y me duele sentir el polvo en sus historias.
Se ha empañado mi viaje en la penumbra,
tristezas sin porqué o amores sin destino.
Sólo el vano pasar de una brisa muy fría,
me despierta el cansancio que hace tanto me sigue.                                                           
A este cruce de abismos que se esfuman,
tan sólo lo sostiene el pensamiento.


viernes, 29 de noviembre de 2013

El paso de los mundos -
Fotografía de Aída Ovando


Sitios del Alma - (El Círculo de Fuego - 1997)

Sitios del Alma

I

Fogonazos de luz, golpes de sombra.
La hora se ha lanzado hacia el suicidio
y un pájaro de noche, chillando su desgracia,
nos va haciendo partícipe de penas afiladas.
Mi pueblo es del olvido,
vasija que aún no canta.
Qué color se hizo copla y ha venido
a dejar su consuelo de la tarde.



Cosas Simples - (El Círculo de Fuego - 1997)

                    Cosas Simples

                III 


Ella sigue cambiando el ritmo de los tiempos,
y en su respiración
está inflamando el cielo.
Sexo. Sexo. Sexo.
Su sed me está alcanzando inexorable.

Cuando ella está esperándome
el mundo aún no existe.
Recién mañana
golpearán a mi puerta las crueldades.
Intruso, extraño, ajeno,
el hielo, seco y fino, me tocará
profundo, indiferente,
y sólo quedará un sentimiento vago,
ese abrazo casual, una foto guardada,
un perfume que el viento irá acallando.



La Sombra Destinada - (El Círculo de Fuego - 1997)



La Sombra Destinada

            IV 


Esta noche es feroz.
Sentado en un banquillo
a orillas de la nada,
veo fluir el cosmos,
siento un río de abismos
que no cesan,
palpitan cada instante,
cada sitio.
Todo es exaltación. Todo sonido.
La nada está encendida.



Fantasía - (El Círculo de Fuego - 1997)

Fantasía 


Al fondo de mi vino
no descansas
hasta quedarte sola,
cabalgando una luna naranja,
también inexistente.


Columna de Fuego - (El Círculo de Fuego - 1997)

Columna de Fuego


Y en el frío estelar, inevitable,
entre las despedidas que envejecen y callan,
y la ansiedad y el vértigo
con que la incertidumbre cubre a los viajeros,
al retumbar de gritos y de besos,
de diarios y valijas,
de pisos sucios, cigarrillo y lágrimas,
anterior al momento,
presentida,
vi,
como un fuego perfecto que el porvenir abraza
desde su magia inacabable,
que ella,
en silencio,
sostenía el mundo.


El Amor en la Niebla - (El Círculo de Fuego - 1997)

                       El Amor en la Niebla

                                                Sólo para ella,
                                                         porque comparte mi camino
                                                         aún en el círculo de las despedidas.



De niño yo me iba de mi pueblo
porque tú estabas fuera,
eras distancia,
imagen de la tarde que se pierde,
palabra
que no ha sido pronunciada.


Caminos para el Alma -
Fotografía de Agostina Rosso

jueves, 28 de noviembre de 2013

Poema III - (La Barbarie - 1993)

Poema III

Desde los remolinos,
golpeada en las caídas magníficas
como si el día se precipitara de mercurio,
cantando nomeolvides tristecita,
entre los claro-oscuros
de los rostros ofendidos de barro,
con el olor intacto del sudor y humitos de retama,
amenazando en su jirón de vida,
dominio de la sal y de la rabia,
noche de tres mujeres fecundando el grito y los cuchillos,
noche de cabalgatas, frío y llamas,
noche insomne de amor,
cristales que se rompen para siempre,
origen y memoria,
llegas.


Poema IX - (La Barbarie - 1993)

Poema IX




La noche es un zarpazo del instinto
en el reflejo del ojo de la hembra.
Tiembla una gota en el instante
derramando un cántaro de tiempo.
El Cosmos pende del hilo de un gusano.


Poema X - (La Barbarie - 1993)

Poema  X        

Las horas cierran y el fuego alumbra el Universo.
Paso al incendio. Paso.
Tarde de tardes sobre la caída
y el arenal ya brama porque olfateó la sangre.
Allá, en el horizonte, el cielo suma el eco de galopes
con furias y tragedias para que el día llore su jornada.
No hay desgracia con suerte.
-Madre que sabes: ayúdame a morir con mi coraje
así por larga que la muerte sea,
siempre estaré acompañado.
Amén.-


Poema XIII - (La Barbarie - 1993)

Poema  XIII




Al despertar todo será más viejo y más gastado.
La copla en su tragedia, desde una nube opaca,
será un espejo en brumas, desolado,
donde desfilarán las comparsas
que han tocado el vacío.
Y sólo nos rescata de este instante imposible
la mano que reposa
en el mágico sexo de la amada.

Poema XVII - (La Barbarie - 1993)

Poema  XVII


Las armas han hablado sobre el único tema que conocen.
Los fusiles temblaron antes de dar la nota final de la obertura.
Así cerró su trampa la condena.
La presencia de espinas sedientas y temibles,
sepultaron el milagro de un oráculo distinto.
No pudimos amor.

Pena y más pena sobre la inmensidad de los desiertos,
sobre el desierto de los muertos,
sobre los vivos que ha partir de entonces habitan el desierto.
Pena y más pena, y una sola lágrima.
El oro de la nada envenena los árboles
con ecos del infierno meditado.
Las farsas adquirieron transparencias siniestras
y la rabia nació, como el amor más puro,
salvaje y fiera.
Quien quiera puede verla montar el viento norte por las tardes.