Fotografía de Alejandro Acosta
sábado, 30 de noviembre de 2013
Coral - (El Signo del Crepúsculo - 2006)
Coral
Cantando
se vuelve al
corazón
de este mundo fatal
y apasionante.
Nuestro destino y
nuestro primer paso,
han sido el origen
y el círculo,
el manantial del
agua que nos limpia las huellas,
y el generoso árbol
donde descansaremos el camino.
El extremo del
tiempo va fecundando pasos
por donde cantan
coros de inapelables ángeles.
Le duele al corazón
tanta belleza,
casi un lapacho en
flor es mi desgracia.
Siempre es bueno
pasear las soledades
por murmullos de
amor y lejanías.
La Rosa - (El signo del Crepúsculo - 2006)
La Rosa
Esta ciudad me
alumbra y ensombrece.
Me pierdo en sus
pasiones callejeras
como si me perdiese
en Dios,
como si fuese el
mar entrando al mundo,
o acaso, sólo el
viento
arrastrándolo al
tiempo, descuidado.
Esta ciudad,
veredas en pedazos
florece por sus
cielos abismales,
entre voces
secretas y armonías,
y colores obscenos
traídos a la sombra.
Esta ciudad me
piensa
y entre sus brazos sueño
y entre sus brazos sueño
que estoy yendo
hacia ella alucinado,
como si fuese amor
hacia tu vientre.
Invitaciones - (El Signo del Crepúsculo - 2006)
Invitaciones
Estoy tomando un té solo y
callado.
Hay límites de miedo y de
silencio,
jirones y recuerdos.
Del mundo hay que partir y
también duele.
Cuatro abismos de ausencia
me asombran y detienen.
me asombran y detienen.
Mis muertos,
siempre fuertes y entusiastas, cantan.
siempre fuertes y entusiastas, cantan.
Cantan por los sonidos de la
noche.
Ya no importa qué mire,
el paisaje no está, se ha ido en
tiempo.
El Árbol - (El Signo del Crepúsculo - 2006)
El Árbol
Cuando uno se
dirige a la frontera,
el viaje es una
parte del exilio.
Los ojos adheridos
al hueco de los ojos,
el polvo en los
zapatos y por los labios polvo,
y este viejo papel
de alguien que he perdido.
No pensar las
heridas, no risa nuestra,
no puñal ajeno.
Este ser sin lugar, sin pies,
sin suelo. Sentir y
hasta querer este destierro.
El hombre se
acostumbra a la tristeza.
Un árbol infinito
con ramas de tinieblas
ensombrece la
ausencia, la apacienta.
¿Dónde voy a
llorar, entre qué brazos?
Siempre es llorar
por uno,
este viajar en
sombras por la niebla.
Puentes del Universo - (El Signo del Crepúsculo - 2006)
Puentes del Universo
Esa estrella que
enciende el infinito
es parte de mi
abismo. En estos días de vértigo
camino por las
calles más distantes,
hasta llegar a los
puentes del mundo.
Me siento en
barandales que miran lo imposible
y a lágrima y
silencio, voy limpiando las penas
por ríos estelares.
Una copa de vino
se refresca en la
niebla, evoco una canción
y unos amigos.
Evoco pueblos trágicos, serenos,
y me duele sentir
el polvo en sus historias.
Se ha empañado mi
viaje en la penumbra,
tristezas sin
porqué o amores sin destino.
Sólo el vano pasar
de una brisa muy fría,
me despierta el cansancio que hace tanto me sigue.
A este cruce de abismos que se esfuman,
me despierta el cansancio que hace tanto me sigue.
A este cruce de abismos que se esfuman,
tan
sólo lo sostiene el pensamiento.
viernes, 29 de noviembre de 2013
Sitios del Alma - (El Círculo de Fuego - 1997)
Sitios del Alma
I
Fogonazos de luz, golpes de sombra.
La hora se ha lanzado hacia el suicidio
y un pájaro de noche, chillando su desgracia,
nos va haciendo partícipe de penas afiladas.
Mi pueblo es del olvido,
vasija que aún no canta.
Qué color se hizo copla y ha venido
a dejar su consuelo de la tarde.
Cosas Simples - (El Círculo de Fuego - 1997)
Cosas Simples
III
Ella sigue cambiando el ritmo de los tiempos,
y en su respiración
está inflamando el cielo.
Sexo. Sexo. Sexo.
Su sed me está alcanzando inexorable.
Cuando ella está esperándome
el mundo aún no existe.
Recién mañana
golpearán a mi puerta las crueldades.
Intruso, extraño, ajeno,
el hielo, seco y fino, me tocará
profundo, indiferente,
y sólo quedará un sentimiento vago,
ese abrazo casual, una foto guardada,
un perfume que el viento irá acallando.
La Sombra Destinada - (El Círculo de Fuego - 1997)
La Sombra Destinada
IV
Esta noche es feroz.
Sentado en un banquillo
a orillas de la nada,
veo fluir el cosmos,
siento un río de abismos
que no cesan,
palpitan cada instante,
cada sitio.
Todo es exaltación. Todo sonido.
La nada está encendida.
Fantasía - (El Círculo de Fuego - 1997)
Fantasía
Al fondo de mi vino
no descansas
hasta quedarte sola,
cabalgando una luna naranja,
también inexistente.
Columna de Fuego - (El Círculo de Fuego - 1997)
Columna de Fuego
Y en el frío estelar, inevitable,
entre las despedidas que envejecen y callan,
y la ansiedad y el vértigo
con que la incertidumbre cubre a los viajeros,
al retumbar de gritos y de besos,
de diarios y valijas,
de pisos sucios, cigarrillo y lágrimas,
anterior al momento,
presentida,
vi,
como un fuego perfecto que el porvenir abraza
desde su magia inacabable,
que ella,
en silencio,
sostenía el mundo.
El Amor en la Niebla - (El Círculo de Fuego - 1997)
El Amor en la Niebla
Sólo para ella,
porque comparte mi camino
aún en el círculo de las
despedidas.
De niño yo me iba de mi pueblo
porque tú estabas fuera,
eras distancia,
imagen de la tarde que se pierde,
palabra
que no ha sido pronunciada.
jueves, 28 de noviembre de 2013
Poema III - (La Barbarie - 1993)
Poema III
Desde
los remolinos,
golpeada
en las caídas magníficas
como
si el día se precipitara de mercurio,
cantando
nomeolvides tristecita,
entre
los claro-oscuros
de
los rostros ofendidos de barro,
con
el olor intacto del sudor y humitos de retama,
amenazando
en su jirón de vida,
dominio
de la sal y de la rabia,
noche
de tres mujeres fecundando el grito y los cuchillos,
noche
de cabalgatas, frío y llamas,
noche
insomne de amor,
cristales
que se rompen para siempre,
origen
y memoria,
llegas.
Poema IX - (La Barbarie - 1993)
Poema IX
La
noche es un zarpazo del instinto
en
el reflejo del ojo de la hembra.
Tiembla
una gota en el instante
derramando
un cántaro de tiempo.
El
Cosmos pende del hilo de un gusano.
Poema X - (La Barbarie - 1993)
Poema X
Las
horas cierran y el fuego alumbra el Universo.
Paso
al incendio. Paso.
Tarde
de tardes sobre la caída
y
el arenal ya brama porque olfateó la sangre.
Allá,
en el horizonte, el cielo suma el eco de galopes
con
furias y tragedias para que el día llore su jornada.
No
hay desgracia con suerte.
-Madre
que sabes: ayúdame a morir con mi coraje
así
por larga que la muerte sea,
siempre
estaré acompañado.
Amén.-
Poema XIII - (La Barbarie - 1993)
Poema XIII
Al
despertar todo será más viejo y más gastado.
La
copla en su tragedia, desde una nube opaca,
será
un espejo en brumas, desolado,
donde
desfilarán las comparsas
que
han tocado el vacío.
Y
sólo nos rescata de este instante imposible
la
mano que reposa
en
el mágico sexo de la amada.
Poema XVII - (La Barbarie - 1993)
Poema XVII
Las
armas han hablado sobre el único tema que conocen.
Los
fusiles temblaron antes de dar la nota final de la obertura.
Así
cerró su trampa la condena.
La
presencia de espinas sedientas y temibles,
sepultaron
el milagro de un oráculo distinto.
No
pudimos amor.
Pena
y más pena sobre la inmensidad de los desiertos,
sobre
el desierto de los muertos,
sobre
los vivos que ha partir de entonces habitan el desierto.
Pena
y más pena, y una sola lágrima.
El
oro de la nada envenena los árboles
con
ecos del infierno meditado.
Las
farsas adquirieron transparencias siniestras
y
la rabia nació, como el amor más puro,
salvaje
y fiera.
Quien
quiera puede verla montar el viento norte por las tardes.
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